Era martes por la noche. Hacía frío, había humedad. Estacionamos el auto en la costa. Solo llevabamos algunas cervezas y un sin fin de temas para charlar. El mar casi ni se movia, casi no se oía. El cielo amenazaba. Las luces en el horizonte marcaban siluetas difusas. El tiempo se nos iba.
que lindo eze
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